La reunión, desarrollada en el Espacio Cultural 220 de Nuevo Berlín.
El director del proyecto para nuestro país e integrante del equipo coordinador de la ONG AMBÁ Inti Carro, realizó una amplia exposición sobre las actividades, obras y trabajos llevados adelante en el marco de este proyecto binacional.
En el comienzo, la Fundación Butler adquirió tres islas privadas (Chala, Basura y Pingüino), que forman parte del archipiélago, frente a las costas de Nuevo Berlín, con el fin de donarlas para el Sistema Nacional
de Áreas Protegidas.
Allí se construyó infraestructura para uso público, como refugios con baños, que tienen un tratamiento de eco saneamiento de sus aguas que llevan más de 500 visitas registradas. Los mismos fueron nombrados
por alumnos de centros educativos. Escuela N° 8 le proporcionó al de Isla Basura el nombre del ave Urutaú, el de Esteros de Farrapos a través de la Escuela de San Javier lleva el nombre de Panambi Butí una
especie de mariposa y entre ambos centros el de Isla Pingüino bautizado con el nombre del ave llamada Urubitinga.
Y además se realizaron senderos, que brindan un amplio recorrido para conocer el ecosistema y se trabaja en la construcción de muelles para embarcaciones de pequeño porte.
El Parque Nacional del lado uruguayo actualmente cuenta con unas 18.000 hectáreas, pero se trabaja sobre unas 600.000 entre ambos países, buscando promover el uso sostenible, la educación ambiental y
el turismo de naturaleza.
Otra línea de acción es la conformación del “Parque Costero”, el cual busca generar un paseo en el borde de Nuevo Berlín, que conecte el centro del poblado y buscando ser la puerta de entrada al área
protegida. Donde se han realizado plantaciones de especies de árboles nativos, construcción de puentes que comunican áreas y se ha dotado de iluminación con alimentación solar.
Se busca contar con un sendero, con un amplio recorrido, desde la Estación Fluvial con su centro de visitantes, por la costa, a pie y en bicicleta hasta llegar a El Remolino, donde está el corazón de esta
propuesta, que tiene decenas de especies nativas creciendo, buscando replicar un segmento del área protegida en el área continental de la comunidad y la guardería náutica de kayak.
También se expuso otra de las patas del proyecto, la actividad de kayak, que se realiza con una Escuela Municipal con instructores con muchos alumnos. Y las actividades denominadas “Kayak para Escuelas”, qué apuntan a un público de centros educativos y organizaciones, buscando generar
una experiencia más inmersiva con una navegación de bautismo en el río Uruguay, remando en un trayecto no mayor a 800 metros, teniendo todos los implementos de seguridad correspondientes, y también realizando un pormenorizado recorrido de senderismo. Hasta ahora, esta actividad ha nucleado a unos 1100 jóvenes de distintos puntos del país.
Todas las actividades sostenibles que ya se desarrollaban en las islas del Río Uruguay, como en el área protegida, no han tenido interrupciones con la implementación del proyecto. Donde además se realizaron
instancias de intercambio con actores locales como apicultores.
Desde el Gobierno departamental y el Municipio de Nuevo Berlín, también se han hecho importantes aportes al proyecto, por ejemplo, con las reformas del Centro Costa de África, logrando la concreción de
un espacio con 24 plazas, con todas las comodidades, para delegaciones de centros educativos u otras organizaciones que lleguen para participar de estas propuestas gratuitas.