Se trata de huesos de megafauna, pertenecientes a un perezoso gigante.
El hallazgo, fortuito, se realizó en el Arroyo Gutiérrez; el material, que fue aportado por el Sr. Daniel Miños, ya se encuentra en exposición en el museo.
Son algunas vértebras finales, de la cadera, la cola y algunas costillas.
Si bien las piezas están fragmentadas, se encuentran en muy buen estado de conservación.
La megafauna no solo existió en Estados Unidos, sino que en toda América hubo una especie de Era del Hielo, donde habitaban estos mamíferos enormes.