Paysandú: un hombre mató a su esposa y se quitó la vida

Una mujer de 70 años fue asesinada por su pareja, quien posteriormente se quitó la vida de un disparo, en un hecho descubierto por la Policía pasadas las 19 de la víspera en una vivienda de dos plantas ubicada en Guayabos entre Uruguay y Florida de la capital sanducera. De acuerdo a la información recogida por el matutino de la vecina ciudad, la hija de la señora –de su primer matrimonio– solicitó la colaboración de la Policía dado que no podía comunicarse con ellos. Al arribar al lugar, los uniformados y la denunciante lograron abrir la puerta y acceder al living. Como no advirtieron nada extraño, se dirigieron hacia el dormitorio principal, en la planta alta, donde encontraron la dramática escena. Sobre la cama yacía el cuerpo sin vida de Estela Mareque Gianoni, quien se desempeñó toda su vida como docente e incluso habría ostentado un cargo en la Inspección Departamental de Primaria en nivel de Inicial.

A poca distancia, en el suelo, se encontraba quien fuera su pareja, Juan Chappe, de 60 años, quien al igual que Mareque presentaba un disparo de arma de fuego. En el lugar se hicieron presentes personal de la Comisaría Primera, integrantes del Comando de Jefatura, encabezados por el Jefe de Policía, comisario general (R) Eduar Alvez de Almeida; el fiscal de Tercer Turno, Carlos Motta, e integrantes del Departamento de la Policía Científica. Según las pericias, el hecho habría ocurrido varias horas antes, en tanto el arma utilizada fue recuperada del mismo lugar. Tras las primeras averiguaciones de efectivos de la Comisaría Primera en el lugar, todo parece indicar que se trataba de una pareja sin problemas de relacionamiento. Una persona cercana a Mareque confió a este medio que era una persona “muy activa, que iba a cursos a Ceupa”. Hacía poco tiempo “habían hecho remodelaciones en la casa, que la tenían muy prolijita siempre”, comentó un vecino.

<

Sobre Chappe, indicó que “siempre pareció que se llevaban muy bien, andaban juntos para todos lados”, por lo que ambos entrevistados no salían del asombro por lo acontecido. Una hora y media después, cuando ya el dispositivo y la presencia policial era más evidente, varios vecinos se acercaron a preguntar qué había pasado, no pudiendo dar crédito a lo que les contaban.

*El Telégrafo