La Justicia imputó a tres menores de edad como responsables de la muerte de Fabio Matías Olivera, ocurrido en enero pasado en circunstancias en que fue salvajemente golpeado y dejado en agonía en la calle.
La situación tuvo incidencia cuando un grupo de jóvenes se encontraban la zona de Solano García y Calle 48 Sur en la noche del 20 de enero. En determinado momento, se generó un entredicho entre dos de ellos. En ese momento, según las versiones brindadas a la Policía, Olivera Pereira le habría dado un rebencazo a uno de los involucrados y se retiró montando su caballo. Sin embargo, el joven fue seguido por parte del grupo, quienes al alcanzarlo lograron tirarlo al suelo. En ese momento, arremetieron en su contra golpeándolo principalmente en su cabeza con tablas de madera. La paliza propiciada le causó graves lesiones, por lo que una vez alertada la Policía se tramitó su inmediato traslado hacia el servicio de urgencias del Hospital Escuela del Litoral. Examinado en primera instancia se le diagnosticó traumatismo grave de cráneo entre otras lesiones, por lo cual fue derivado hacia el Centro de Tratamiento Intensivo. Tras más de 72 horas peleando por su vida, Olivera Pereira falleció.
En base a las declaraciones e indicios se pudo identificar a los autores del hecho, a los cuales se les tomó declaración en base al artículo 61 del CPP (Declaraciones voluntarias del indagado ante la Policía), donde confesaron su participación y autoría del hecho.
Proseguidas las instancias, este martes la Justicia dispuso la formalización de la investigación respecto de los tres adolescentes de 17, 16 y 15 años quienes resultaron imputados por “la presunta comisión de una infracción grave a la ley penal tipificada como un delito de homicidio ultra intencional”, imponiéndoles como medidas cautelares por un plazo de 60 días el arresto domiciliario total, con autorización para concurrir a los centros de estudio y autorización para concurrir a instancias con INAU y la prohibición de acercamiento de los adolescentes hacia la madre del adolescente, por un radio de 200 metros.
*El Telégrafo