El operador penitenciario ingresaba celulares a la cárcel y se los vendía a los presos. Cumplirá 6 meses de prisión y 8 de libertad a prueba.
La Justicia condenó a un operador penitenciario que trabaja en la cárcel de Salto: las autoridades comprobaron que ingresaba celulares y se los vendía a los presos.
La maniobra quedó al descubierto cuando los encargados del establecimiento dispusieron una vigilancia encubierta ante sospechas sobre las actuaciones del funcionario. Lo vieron esconder paquetes extraños en un recipiente de basura y lo detuvieron.
Pero antes, el operador de 36 años lanzó por arriba de un tejido tres celulares de los cuales intentó deshacerse.
El funcionario quedó a disposición de la Fiscalía, que dispuso que concurriera a la cárcel la Policía Científica para recabar evidencias. Se probó que el trabajador había tirado tres celulares táctiles, que fueron incautados.
Personal de Investigaciones del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) apoyó con la recolección de datos y análisis de información, y el detenido fue conducido en las últimas horas a la sede penal.
El Juzgado de Primera Instancia de 4° turno de Salto condenó al operador penitenciario como “autor responsable de reiterados delitos de cohecho calificado” y le impuso una pena de 14 meses de prisión: los 6 primeros meses con cárcel efectiva y el resto de la pena bajo el régimen de libertad a prueba.
*Subrayado