Escribe Javier Revetria
Si bien casi la totalidad de los mayores de 65 años reciben algún tipo de prestación, más de la mitad perciben ingresos por debajo de los $ 22.268 mensuales.
De acuerdo a datos del Banco de Previsión Social (BPS), actualmente unas 492.000 personas están jubiladas a través del sistema previsional común, a las que deben adicionarse 227.000 pensiones de sobrevivencia y otras 88.675 pensiones asistenciales. Esto significa una cobertura de 81% para la población mayor a 65 años, indicador que asciende al 96% si se tienen en cuenta todas las cajas del sistema previsional, según información del Monitor de datos del Observatorio del BPS de agosto de 2024.
338.080 personas accedieron a la jubilación por edad, es decir que cumplieron con el mínimo de años de aportes cotizados y edad requeridos para acceder a la jubilación por el régimen común. Por otra parte, 66.569 recibieron su jubilación por invalidez y otras 78.721 obtuvieron su jubilación por edad avanzada.
Por otra parte, las pensiones de supervivencia representan un importe promedio de $ 19.442 y un 71,29% de los beneficiarios son cónyuges de un cotizante fallecido, mientras que 28,54% son hijos menores o con discapacidad. Asimismo, más del 90% de quienes reciben el beneficio son mujeres.
Este sistema está sostenido, en parte, de forma solidaria por 1.324.000 personas cotizantes, las cuales, junto a las casi 310.000 empresas registradas, aportan el 58,87% de los ingresos del BPS. El 35,65% está cubierto por los impuestos afectados al financiamiento de la seguridad social (7 puntos de IVA básico, IASS e impuesto a Loterías) y un 5,46% de asistencia financiera de Rentas Generales.
Con 1.550.000 puestos cotizantes, el BPS alcanzó el pasado enero su récord histórico de cotizantes a la seguridad social, alrededor de 700.000 puestos más respecto a dos décadas atrás, y que significa en la actualidad una tasa de 2,49 activos por cada pasivo.
Rurales y servicio doméstico sumergidos
Según datos del BPS al cierre de 2023, el promedio general de ingresos por jubilaciones fue de $ 32.640. Sin embargo, al desglosar estos datos por rubro surgen grandes inequidades. De los cinco tipos de afiliaciones (derivados de las llamadas “cajas”) que componen el BPS (Industria y Comercio, Civil, Escolar, Rural y Servicio Doméstico), el de mayores ingresos es la Escolar, cuyo promedio oscila en el entorno de $ 60.820.
Le siguen los jubilados por la caja Civil, correspondiente a funcionarios estatales, con $ 50.810, y aún por detrás quienes realizaron su actividad en Industria y Comercio, con $ 30.617. Al final del podio se encuentran los rurales, con $ 19.792, y el servicio doméstico, con $ 18.033, apenas por encima de la jubilación mínima.
La afiliación a estas cajas es de 71.448 y 45.676 jubilados respectivamente, y entre ambas significan casi el 25% de la masa de retirados. Del total de jubilados, unos 265.400 realizaron sus aportes en actividad a Industria y Comercio, mientras que 101.000 lo hicieron a Civil y Escolar.
Respecto a las pensiones de sobrevivencia, se repite una situación similar a las jubilaciones, ya que mientras los beneficiarios de esta pensión por las cajas Escolar y Civil perciben en promedio $ 35.663 y $ 25.519 respectivamente, los pensionistas de las cajas Rural y de Servicio Doméstico cobran en promedio pasividades apenas por encima de los $ 10.000.
Estas diferencias van en línea con los años de aportación. En 2021, mientras los afiliados a las cajas Escolar y Civil que solicitaron el alta jubilatoria llegaron a los 60 años de edad con un promedio de años cotizados de 42,7 y 38,6 respectivamente, quienes aportaron sus servicios a Industria y Comercio (la mayoría de los trabajadores) lo hicieron por 35,8 años. Siguen los rurales, quienes aportaron 34,4 años, y por último el servicio doméstico, con apenas 33,2 años.
Los posibles beneficiados
Al cierre de 2023, el BPS cuantificó en 70.418 los jubilados con ingresos sumergidos menores a $ 18.531, mientras que quienes perciben menos que un salario mínimo nacional (SMN), es decir $ 22.268, alcanzaron las 248.000 jubilaciones. En situación similar se encuentran 227.358 pensiones por vejez o invalidez, cuyo monto mínimo está fijado en $ 16.516, por lo que tendrían un aumento de 34%, según el Mensaje y Exposición de Motivos del Proyecto de Presupuesto Nacional 2020-2024.
En los últimos años la pasividad mínima ha ido reduciendo su brecha respecto al salario mínimo. En 2009 la pasividad mínima representaba un 53% del SMN, y tras sucesivos aumentos por encima del índice medio de salarios (cuya evolución no puede ser menor de acuerdo al artículo 67 de la Constitución) ese guarismo alcanzó el 85% en 2020. En 2019, un 33% de las altas jubilatorias correspondieron a la pasividad mínima. De aprobarse el plebiscito, implicaría un aumento inmediato de hasta 20% del ingreso actual. Sin embargo, surgieron discrepancias sobre el costo de la reforma, ya que el texto de la papeleta en su inciso número 6 establece que “ninguna jubilación ni pensión” podrá ser menor al SMN, por lo que, de acuerdo a algunos expertos, queda abierta la posibilidad de que en lugar de aplicarse por persona el aumento deba aplicarse a cada pasividad.
Inequidades entre cajas paraestatales y sistema común
La Comisión de Expertos de la Seguridad Social, en su informe de Diagnóstico del Sistema Previsional Uruguayo, realizó una serie de comparativas entre las distintas cajas estatales y paraestatales que conforman el sistema previsional.
De acuerdo a los datos de 2019, durante la última década la edad promedio de alta jubilatoria a través del BPS por causal común fue de 62,5 años, por encima del mínimo exigido de 60 años establecido en el régimen legal vigente entonces. Superan esta cifra la Caja Notarial con 64,1 años y la Caja de Profesionales con 64,5 años. Por debajo se ubican la Caja Bancaria, con un promedio etario de 61,25, y muy por debajo están los retirados policiales con 56,3 y los militares con 48,1.
Asimismo, de acuerdo a datos de 2018, solamente el 15% de los pasivos bajo el régimen de BPS perciben más de una pasividad de otro organismo del sistema de previsión social, cifra que asciende al 34% de los retirados militares, 36% de los retirados militares, 48% de los pasivos de la Caja Bancaria, 65% de la Caja Notarial y hasta un 83% de la Caja Profesional.
Esto es motivo de debate dentro de la propuesta a plebiscitar el próximo octubre, ya que de aprobarse podría implicar el aumento de prestaciones sumergidas en aquellas personas que reciban ingresos por otro régimen además del BPS.
*Tomado de La Diaria