En primer lugar queremos agradecer la presencia de todos ustedes, especialmente a los familiares y cercanos de Vladimir Roslik que vinieron desde la localidad de San Javier.
Quiero agradecer, y mucho, a todos quienes nos dieron sustestimonios e información en general, para armar este homenaje por los 40 años del asesinato del Dr. Vladimir Roslik por parte del
Terrorismo de Estado el 16 de abril de 1984.
Queremos saludar muy especialmente a Mary y a Valery, queaunque no han podido estar hoy presentes nos acompañan desde la distancia.
También contarles que en San Javier por estas horas, se está realizando un homenaje convocado por la Fundación Vladimir Roslik en el Cementerio local.
San Javier es una pequeña localidad ubicada en la costa del Río Uruguay al norte del Departamento de Río Negro, al día de hoy cuenta con aproximadamente 2000 habitantes, fue fundada en 1913 por unas
300 familias de inmigrantes rusos liderados por Vasili Lubkov.
La colonia rusa durante muchas décadas mantuvo muy viva sus tradiciones rusas, su agricultura, su cultura, el idioma.
En el año 1945 se funda el Centro Cultural Máximo Gorki, orgullo de la comunidad y centro de arraigo cultural, gastronómico con su importante grupo “Kalinka” de canto y baile tradicional ruso.
En ese pueblo nacía Vladimir Andrés Roslik Bichkov, un 14 de mayo de 1941 en el seno de una familia de agricultores de los alrededores de la localidad. Eran 5 hermanos, la familia se traslada a la zona urbana para que sus hijos puedan seguir estudiando. Vladimir hizo la secundaria en San Javier, una vez terminada quería ser doctor, estuvo un año en Montevideo en la Facultad de Medicina, pero su familia no lo pudo mantener.
Entonces consiguió una beca del Instituto Cultural Soviético Uruguayo (ICSU), para la Universidad de
Moscú Patricio Lumumba. Llegó a Moscú en 1962 y sus compañeros de entonces lo recuerdan como un muy buen estudiante, buen compañero cuyo principal objetivo era recibirse lo antes posible para
volver a su pueblo natal a ejercer la medicina.
Volvió a San Javier en 1969, registró su título en el 70 y en marzo del 71 el Ministerio de Salud Pública lo autoriza a ejercer la profesión.
Por esos años conoce a Mary Zavalkin con quien se casa en 1977. Vladimir es recordado por los vecinos de San Javier como “el médico del pueblo” que en sus primeros años recorría los pacientes en bicicleta,
atento, dispuesto a todas horas, atendía a todos, independiente si el paciente le podía o no pagar la consulta.
Hace poco Mary me compartió una anécdota, me decía: “A veces iba a atender a algún monte o chacra o a asistir un parto. Cuando iba nuevamente me decía apronta un paquete con esas milanesas y pone
algunas manzanas y yo le decía ¿y nosotros que comemos ? Me decía café con leche, ese era Vladimir”
Toda la documentación, artículos e información que hemos consultado y recibido, indican que desde el inicio la Dictadura cívico militar uruguaya se ensañó con el Pueblo de San Javier, por su origen
étnico, por ser de origen ruso, un pueblo con cultura y tradición rusa, el idioma que fue pasando de generación en generación, con fuertes lazos con su Rusia natal.
Constan desde 1973 operativos de detenciones a vecinos de la localidad con interrogatorios en la comisaría local.
En el año 1976 llegaron a San Javier desde el Batallón N° 9 de Fray Bentos, militares fuertemente armados y comenzaron las detenciones, se los llevaban encapuchados, hubo allanamientos, quemaron libros, discos, cartas, todo lo que estaba en ruso. Las obras de todos los autores rusos de la biblioteca del liceo fueron quemadas en el patio. A los detenidos los llevaron al Batallón N° 9 de Fray Bentos,
los tuvieron varios días bajo tortura Alguno de los detenidos declaró posteriormente: “no busca información todo parecía un montaje”
Nunca se encontraron ni avionetas, ni pista de aterrizaje, ni arsenal de armas, ni submarino.
El miedo y la desconfianza comienzan a instalarse entre los pobladores de San Javier. Para la Dictadura ser de origen ruso era ser comunista y por eso San Javier estaba bajo la mira de las Fuerzas Armadas, a pesar de ser de una Colonia que se instaló en Uruguay en 1913 huyendo del zarismo por razones religiosas.
En abril de 1980 hay una nueva arremetida contra el pueblo, esta vez hubo una invasión de los militares, con nuevos allanamientos y detenciones, destrozaron y clausuraron el CC Máximo Gorki, quemaron todo, 25 detenidos hombres y mujeres,algunos de ellos habían sido detenidos en 76, varios eran estudiantes del liceo de 18 y 19 años a los que sacaban a la fuerza encapuchados del aula, 11 procesados por la justicia militar que cumplieron condena en el Penal de Libertad, entre ellos Vladimir Roslik que estuvo preso hasta julio de 1981 cuando fue liberado junto a otros de sus compañeros.
Salieron bajo libertad vigilada debían de presentarse semanalmente en la comisaría. Tras varios meses de trámites, la justicia militar autorizó a Roslik a volver a ejercer la medicina. El pueblo quedó sitiado, había que pedir autorización para salir o entrar a la colonia. Había terror, San Javier parecía un pueblo fantasma, la gente estaba detrás de las cortinas, de las ventanas, la dictadura destruyó sus costumbres, su cultura, se dejó de hablar en ruso, ser de origen ruso pasó a ser una condena.
La familia Roslik Zavalkin siguió adelante con su vida, en noviembre de 1983 nace su hijo Valery, Vladimir tenía 42 años y estaban ambos muy felices con la llegada de su hijo.
Unos pocos días después del nacimiento de Valery, en el Obelisco de Montevideo se concentraban 400 mil personas en el Río de Libertad, reclamando el fin de la Dictadura, las fuerzas armadas
estaban dialogando con los partidos políticos legales una posible apertura, en marzo de 1984 comenzarona liberar a los primeros presos políticos, entre ellos Seregni, el contexto era de fin de la Dictadura y se visualizaba con esperanza el inicio de la democracia.
A pesar de ese clima de esperanza, el 15 de abril de 1984 los militares vuelven a desembarcar en San Javier y se llevan detenidos a varios vecinos, apenas unos días antes habían sido puestos en libertad
a los presos de San Javier que estaban en el Penal desde 1980.
En la madrugada del 15 de abril se llevaron nuevamente a Vladimir, mientras Mary lo calzaba y como podía se despedía, su bebe de 4 meses dormía en su cuna, se lo llevaron mientras gritaba y lloraba “No otra vez, no, otra vez lo mismo no”.
En la mañana del 16 de abril Mary Zavalkin recibe una llamada donde le comunicaron que su marido había muerto y que tenía que retirar el cuerpo. La muerte había sido por causas naturales certificaba
el médico militar que había realizado la primera autopsia por orden del juez.
Mary no creyó que la causa de muerte fuera natural y solicita una segunda autopsia que le autorizan y se hace en Paysandú en presencia de varios médicos militares y civiles, esa autopsia demuestra que la
muerte había sido provocada, la muerte había sido consecuencia de la tortura.
Después de la segunda autopsia, hubo otra pericia encargada por el juez y finalmente hubo un procesamiento por la justicia militar que en 1986 sentenció a dos militares como responsables de la muerte de Roslik bajo la figura de homicidio culpable y homicidio ultraintencional, que además cuando se dicta la sentencia, estos dos militares ya habían cumplido condena de cárcel durante unos pocos
meses en el 1984.
Recientemente en 2021, a raíz de un pedido de acceso a la información pública que hizo La Diaria donde obtuvo la sentencia de 1986, supimos que en el cuarto de pequeñas dimensiones donde torturaban a Roslik, había 11 oficiales del ejército “se suponía que era una lección para que los más jóvenes “aprendieran” a indagar a los detenidos.” decía el periodista.
Sin duda el coraje de Mary, su valentía, su dolor seguramente también, hizo mover la trayectoria de este crímen, cambió el eje de lo que la dictadura uruguaya tenía pensado.
Varios actores claves amplificaron la verdad.
Semanarios de la época publicaron sobre la muerte de Roslik y jugaron un papel muy importante en un momento complicado, donde los semanarios eran constantemente clausurados. El semanario Jaque
publicó 4 números consecutivos sobre el caso, todos pensamos en esa portada del 28 de abril 1984 que decía “Oremos por el alma de Roslik que murió asesinado” frase dicha por el Sacerdote de Paysandú en el
cementerio de San Javier durante el sepelio; aquel emblemático artículo que escribieron unos jóvenes periodistas en una máquina de escribir portátil mientras volvían en un auto prestado desde Paysandú;
con la importantísima información de los resultados de la segunda autopsia que revelaban la muerte por tortura.
Los médicos amigos de Roslik, la Federación de Médicos del Interior, la Sociedad de Medicina del Uruguay, entre todos consiguieron que de forma irreversible se lograra al menos parte de la
verdad, que no era ni más ni menos el reconocimiento de que el Estado torturaba y mataba a su gente.
Luego de la sentencia de la justicia militar de 1986 se presenta en 1987 por parte de su viuda, la denuncia por secuestro y tortura de Vladimir Roslik. Recién en 2011, el mismo año en que la Corte Interamericana de DDHH dicta sentencia condenatoria a Uruguay por el caso Gelman, hay algunos movimientos del caso en justicia con desestimaciones, nuevos documentos, presentación de recursos, varias idas y venidas hasta que el Tribunal de Apelaciones cierra el caso definitivamente en 2014 por considerar “cosa juzgada”.
Mary y su hijo Valery siguieron su periplo por verdad y justicia hasta que en 2018 ante la Fiscalía Especializada de Crímenes de Lesa Humanidad junto al Observatorio Luz Ibarburu presentan la solicitud
de apertura del caso de Vladimir Roslik con nuevas denuncias de vecinos. Si bien existe otra denuncia presentada en 2011 por otros vecinos de San Javier por crímenes de lesa humanidad cometidos por
el terrorismo de Estado 1980, en esta nueva instancia se presentan testimonios de vecinos que nunca habían denunciado las violaciones a los derechos humanos que habían sufrido por parte del Estado.
La Fiscalía solicita la reapertura de la causa ante la Justicia, es denegado el desarchivo, se llega a la Suprema Corte de Justicia que si bien termina confirmando el archivo definitivo de la causa original, dio
la posibilidad de volver a investigar por en Nuevo Código de Proceso Penal, fue así que en 2021 se reinicia la causa, en 2022 la SCJ desestima
los recursos de inconstitucionalidad presentados por la defensa y luego de muchos trámites y demasiado tiempo en octubre del 2023 se logra la formalización de la investigación, hoy hay 9 imputados con medidas cautelares por delitos de privación de la libertad, abuso de autoridad contra el detenido y lesiones graves. La Fiscalía tiene ahora el plazo de un año para presentar la acusación a
los 9 imputados.
En la Audiencia de Formalización del 4 de octubre de 2023, desarrollada en las instalaciones del Juzgado Letrado de Fray Bentos, en una pieza pequeña con mucha gente con cerca de una decena de
imputados, veíamos a la viuda de Roslik y su hijo a pocos centímetros de quienes estuvieron involucrados en el asesinato de su marido y de su padre, sosteniendo con fortaleza la foto de Vladimir Roslik.
“Por fin se abrieron las puertas después de 40 años, durante años no conseguíamos ni abogados” dijo Mary después de la audiencia de formalización.
Queda mucha verdad oculta, muchos casos de violaciones de los derechos humanos aun sin justicia, este homenaje hoy aquí es a Vladimir Roslik, a Valodia, el últimos crímen de la Dictadura Uruguaya como se lo suele nombrar, pero también es un homenaje a todas las víctimas de una enorme persecución étnica durante muchos años en San Javier, que rompieron la confianza, la cultura, la armonía y la paz
de una pequeña colonia rusa a orillas del Río Uruguay.
Para nosotros es un gran honor poder hacer este homenaje y un orgullo que el trabajo de investigación, entrevistas, armado del video que vamos a ver a continuación haya sido elaborado por un equipo jóven de gurises nacidos todos en democracia, porque la transferencia de la memoria colectiva es fundamental para mantenerla viva para seguir reclamando por VERDAD Y POR JUSTICIA, NUNCA MAS TERRORISMO DE ESTADO ! Muchas Gracias !